ehCOS SmartICU captura, cada segundo, los datos y bioseñales de los dispositivos médicos conectados al paciente. Calcula datos e integra la información de manera comprensible y jerarquizada por su valor clínico, junto a otros datos relevantes para la atención: la Historia Clínica Electrónica y sistemas departamentales como laboratorio, microbiología, rayos, urgencias y módulos de enfermería.
Los datos capturados del paciente también se integran a su Historia Clínica Electrónica, poniendo fin al vacío de información que dejaba el paso del paciente por la UCI. Todo ello favorece la trazabilidad de la información, diagnóstico y tratamiento efectivo del paciente.
En la gestión de la atención del paciente crítico toda ayuda es poca. Lo sabemos muy bien. Por eso, ehCOS SmartICU te alivia de las tareas de registro de datos innecesarias para que puedas centrarte en tu objetivo: mejorar la salud de los pacientes. El tiempo extra y la información disponible te ayudarán a aumentar la calidad de la atención y tomar decisiones correctas de manera autónoma.
Desde la estación clínica de la UCI y su ‘puesto avanzado de enfermería’, accedes a toda la información que necesitas y gestionas la atención en solo tres pantallas; rápidas de aprender y fáciles de usar, lo que favorece la adopción y el aprendizaje rápido de los nuevos usuarios. El resultado es una visión completa y secuencial de la condición del paciente que se actualiza permanentemente, permitiéndote definir prioridades de actuación y tomar acciones inmediatas con menos riesgo.
En ehCOS SmartICU, grandes volúmenes de datos son analizados en tiempo real con rapidez para identificar los patrones repetitivos que alimentan los modelos de predicción, extrayendo conclusiones de gran valor para la toma de decisiones clínicas, la investigación y la mejora de los protocolos de atención en la UCI.
ehCOS SmartICU recopila información para mejorar la calidad de la atención y la seguridad del paciente, al tiempo que reduce los costes para el hospital.
Las principales mejoras se basan en la optimización de la eficiencia clínica y operacional de la UCI, contribuyendo así a la reducción de complicaciones, de la estancia promedio de un paciente en estas unidades y la disminución de los costes de readmisión, lo que permite aumentar la tasa de rotación de camas.
Por otra parte, permite programar con precisión el número adecuado de enfermeras y dispositivos necesarios para asegurar una atención óptima.